Alamedea-T: Crónicas de una noche Funambulista

Diego Cantero, vocalista y compositor de Funambulista

Fue una noche de bajas temperaturas, apenas superando los 9º C, pero nada impidió que el grupo Funambulista amenizara la noche de los valientes que se atrevieron a salir el pasado 23 de noviembre.

La sevillana Sala Malandar acogió el concierto, inserto en el circuito Girando Por Salas (GPS), que contó con Fila India como artista invitado. El grupo tocó algunos de sus temas más conocidos, entre los que figuran el single Cosas que no quise decirte.

Un concierto plagado de anécdotas, que comenzó con la actuación de Diego Cantero, vocalista, guitarra y alma máter del grupo, prácticamente a solas con un piano. Lo sé, Toma y Mírame fueron los primeros temas en sonar e hicieron las delicias de un público más que entregado que coreó las canciones desde el principio.

A medida que la velada avanzaba, también lo hacían los ánimos de grupo y público. El ambiente acogedor de la sala, así como las bromas del vocalista, con tablas de sobra dada su larga trayectoria, en un principio como solista y ahora con Funambulista, hicieron que la noche poco a poco se calentara.

Funambulista en Malandar

Llegaron algunos de sus temas más conocidos y movidos, como Funambulista, Fiera y Loco, y el público, que no paró de cantar las canciones a coro, no dudó en dejarse llevar por el ritmo y bailar en masa.

Pasado el momento culminante, guitarrista, bajista y batería abandonaron el escenario dejando de nuevo solos a cantante y pianista en lo que fue uno de los momentos más sentimentales de la noche. Ya verás, reza una de las canciones que tocaron y, efectivamente, el publico vio. Vio de lo que son capaces este grupo de músicos pues, el tiempo se agotaba pero quedaban canciones por tocar, por lo que Diego decidió, con ayuda del entregado público, finalizar la noche fuera de la sala, a orillas del Guadalquivir, fieles a su estilo de cercanía con sus fans.

Un fin apoteósico para una noche cargada de sorpresas y equilibrismos funambulistas que hizo las delicias del público sevillano una fría noche de otoño.